domingo, 6 de marzo de 2011

Entropia

En cualquiera de los ciclos termodinámicos que se aprenden en el cole, el instituto o la Uni, las cosas son cerradas, precisas, inviolables. Si el señor Carnot dice que al llevar el sistema del estado A al B, luego al C y finalmente al D la cosa gana o pierde esta o aquella cantidad de energia libre, mas vale tomar nota porque debe ser así nomás (recuerdos a don U., quien debido a su digital sublimación ya no anda mas 'as is' por aquí).
Decía, esos ciclos son cojonudos y dan toda la sensación de bienestar porque al final del ciclo nuestro sistema habrá recuperado el valor de sus funciones de estado, o, al menos, podremos saber con certeza cuánto ha ganado o perdido de cada una de estas funciones.
Incluso no importa el camino que haya seguido para finalmente volver al estado original. La regla es: dime de donde has salido y donde estás ahora, y te diré lo que valen tus importantísimas y vitales funciones de estado.
El rendimiento es una cantidad tan definida que abruma.

En los ciclos vitales la cosa es bastante diferente: no ya sólo por el hecho de que nunca se vuelve al primer sitio porque ese sitio como tal no existe más, sino (y aquí reside la irreversibilidad) porque jamás se volverá a ser ése que inició el ciclo.
La cosa empeora cuando se pasa por los diferentes estados intermedios B, C y D. Más lugares que añorar, más amigos que perder, más tiempo en la piel. Mas sitios que se desea fundir para construir El Propio Lugar.

Es imposible no ya calcular, sino meramente estimar la Energía necesaria para cerrar uno de estos ciclos, y por lo tanto es imposible saber si se cuenta con dicha energía para llevar a cabo el proceso. Pero lo que verdaderamente impide a gente de bien completar los ciclos es el desorbitante aumento de la entropia que se genera en el entorno cercano. Es tal el quilombo que suele percibirse como una enorme barrera de potencial (conceptualmente erróneo pero ajustado desde la propia percepción) que se hace necesario escalar. Por eso muchos esperan, transitando entre microestados adyacentes, la fluctuación que les permita justificar tamaña transformación.

Pero siempre, siempre, saben que la disminución en la entropía del sistema implica un (mayor) aumento en la entropía del entorno.

2 comentarios:

Ariel dijo...

Maestro! no sabia que habia retomado la actividad blogeril! Y páseme a la sección "La postalina" que me lo merezco! Usté será premiado con su participación en mi blogroll!

Gerrchott dijo...

Usted ya ha sido promovido, Maestro.